Pendant la réalisation de "Le Signe de la Lune", j'ai fait un journal. Voici des extraits, en Espagnol, désolé... je suis espinguin, moi, aprés tout....

Nov, 3, 2008

Me hace una ilusión tremenda este libro, primero porque la historia de Enrique es un material francamente sólido, que viene de muy hondo suyo, y eso se transmite, creo, por mal que lo haga el dibujante. Segundo, porque para mí el dibujo de tebeos es eso: eficacia máxima en lo gráfico, inversión plena en la narrativa. Muchas vueltas le he dao al asunto y siempre llego a la misma conclusión: que el dibujo debe ser ante todo eficaz y narrativamente conductor y después, más o menos atractivo. Esto no invalida ni mucho menos el placer que me produce leer tebeos dibujados con maestría ejemplar, como los de Roger, los de Marci o, qué se yo, los de Guarnido. Pero yo no soy ese tipo de dibujante. Creo que la constatación de eso me ha liberado mucho. Asumir quién soy, vaya. Por otro lado, no se si realmente está tan bien como a todos os parece esto que estoy haciendo, o simplemente sorprende el hecho de que lo esté haciendo yo, porque más o menos todo el mundo tiene una idea concreta sobre el dibujante que se supone que soy (y mucho he trabajado yo para formarla y fomentarla, al pan, pan y al vino, vino). De verdad, me agrada muchísimo que el efecto sea tan positivo, sobre todo porque si de verdad resulta impactante, hay más posibilidades de que la historia, repito, magnífica, llegue a más gente. Respecto a la historia, la hemos trabajado mucho, añadiendo capas y capas de interpretación: espero que al final eso se perciba...

Nov, 25, 2008 (máil a Fernando, de la editorial Astiberri)

"Bueno, de regreso por fin: primero, déjame agradecerte tu entusiasmo: siempre es reconfortante! Y segundo, y más importante, agradecerte mucho el interés en publicar el trabajo aquí por dos razones, primera, que uno nunca es profeta en su tierra (y más vale traducido ahora que a título póstumo) y segunda y sobre todo, que Astiberri, ya lo sabes, me parece en este momento el editor más coherente de esta tristeza cultural nuestra que compartimos bajo el nombre de España. En todo caso, de un tiempo a esta parte, es (sois) el editor del que acumulo personalmente más volúmenes (será que respondo al "target"del lector: 36 años, exigente, tebeófilo, heterodoxo,muy lector, generalmente con barba de dos semanas, tanto amigo de las ambiciones casi literarias de algunos como de la falta de complejos y el desparpajo de otros ). Sobre este tebeo que estamos perpetrando ahora, poco puedo decirte con algo de precisión: -que se llama El Juego de Luna y es un "remake" de un tebeíllo de veinte páginas que mi amigo Enrique Bonet se autoeditó hará unos doce o trece años. Sucede que la historia me cautivó ya en su momento, y que a fuerza de hablar de ella y de acabar por quererla, visto además que de los cincuenta ejemplares de que constó la edición, se hubo de regalar la mitad a parentela y otra soldadesca tan agradecida como indispuesta al pago, nos encaminamos hacia una versión extendida y "upgradeada" de la misma, en la confianza de que Dios nos pillará confesaos. Se trata de un relato rural con tintes mágicos en el que se narra la obsesión de una niña por la Luna, como esa obsesión la lleva, por cosa del destino, a la neurósis, y como el amor, finalmente, la reconstruye. Dicho así parece poca cosa (aunque más que el último "pitch" que le hice a mi editor, para un libro futuro con Diaz Canales: "en una pequeña comunidad que se pretende utópica, en la América de finales del siglo XiX, aislada de la guerra de secesión, hay un monstruo"- quedó el hombre con cara de pasmo) pero créeme que da muchísimo de sí. Sobre el formato, poco sabemos, salvo que rondará probablemente las 70 páginas. Aunque esto aún está por ver y mucho me temo que, de excursus en excursus, puede prolongársenos la cosa. Era condición esencial de mi acuerdo con Dargaud el de la libertad en la extensión del trabajo: quería yo por una vez librarme del corsé harto ridículo, por más que indudablemente rentable, de las 46 páginas y narrar con propiedad y según el ritmo que el propio relato impusiera. Herencia del manga o por más precisar de la novela gráfica, también de cierto cariño por las cadencias lentas y las atmósferas que pueden crearse por la mera narración (el viejo Comés sabe de lo que hablo), se van acumulando las páginas, una detrás de otra, con toda naturalidad, diría que a su puto rollo, y no estamos por cortar el flujo, una vez abierto el grifo, sino por dejar que rebose libremente y a ver qué pasa. Toda vez que acordamos un precio por el libro en su conjunto, si tiene diez como si tiene ciento veinte páginas, no objetó Dargaud respecto a este compromiso. Tontos tampoco son... Más trabajo ha costado hacerles ver un punto clave: que será en blanco y negro. Porque corresponde al relato, ni más ni menos. Pese a que mi dibujo es de suyo "agradable", la historia que contamos está en franco contraste: es dura por momentos, no siempre fácil, adulta y sin concesiones, en las antípodas de mis habituales ñoñadas (que tanto me divierten, por otro lado). El blanco y negro viene a subrayar ese carácter sobrio del asunto y, en mi opinión, ayuda a crear una atmósfera atemporal que se corresponde con el cuento (porque eso es lo que es, muy vocacionalmente, un cuento arquetípico) que estamos contando. El hecho de que decidieran incluir el libro en la colección "Long courier" (gran formato, lujoso) no ayudó tampoco, pero como quiera que el higo acaba indefectiblemente por caerse del árbol, Newton mediante, y que a mi a cabezón no me gana ni el Alcoyano Fútbol Club, parece que al fin han aceptado lo inevitable y ya directamente, ni me preguntan. Así que será en blanco y negro, con dos cojones, lo que en el mercado francés equivale editorialmente a dispararse con una recortada en los sesos. Sobre el papel, acordamos utilizar uno mate (por si queda un resto de vida después del disparo) en vez del habitual brillo, de gramaje abundante si nos quedamos en cincuenta páginas, por aquello de darle empaque al asunto. En resumen, que la edición, a lo que se ve, será cuidada, con lo que no sería descabellado, si al final os lanzáis (qué cojones, los suicidios en masa siempre dan mucho que hablar), pensar en una co-edición que abarate vuestros costes. Si además el editor alemán y los otros dos de no se dónde que mostraron interés en Francfort también se apuntan, hay alguna posibilidad de que ninguno perdáis demasiado dinero... Y esto es lo que os puedo decir de momento. Meto en copia al bueno de Enrique muy esperanzado en que él tenga localizada la sinópsis aquella que yo he perdido tan alegremente, para que os la haga llegar. Agur, folks, JL

Nov, 27, 2008

Antes de navidad debería estar en la página 45-50.... a ver...